Las paredes son el soporte de la decoración de la vivienda. En ellas no solo colocamos cuadros y estantes, sino que su aspecto determina en gran medida el carácter de todo nuestro hogar, pues de su color y acabado dependerá que sea más acogedor, moderno o extravagante, entre otros calificativos. Hace unos años, los derivados de la piedra de yeso como escayolas, perlitas o morteros eran los únicos revestimientos que se podían utilizar, pero afortunadamente, hoy existen en el mercado muchos más productos que nos permiten cambiar el aspecto de nuestras paredes con mayor facilidad y menos molestias.

Revestimientos “diferentes”

Las falsas piedras o paneles de madera reciclada son algunas de las opciones de revestimientos que pueden encontrarse en las tiendas de bricolaje. La mayoría de opciones son no requieren un montaje demasiado complicado, por lo que podremos cambiar la estética de nuestra vivienda sin necesidad de grandes obras.

Ladrillos: en cualquier polvero pueden encontrarse unas placas (también conocidas como bricks) de ladrillos decorativos que simulan el aspecto de una pared sin enlucir. Son una opción para transformar una habitación de una forma rápida y limpia, pues puede colocarse encima del revestimiento actual.

Palés: en esta época en la que está de moda el reciclaje, las tablas de palés desechados pueden dar a un espacio una estética rústica, natural y muy acogedora. ¿Te imaginas entrar en una cabaña de madera sin salir de casa? Actualmente se pueden encontrar adhesivos de montaje muy adecuados para adherir estas maderas a la pared.

Mosaicos con acabado especiales: hay azulejos con terminaciones y formas que van más allá de los habituales. Por ejemplo, existen algunos con acabados metálicos cuya colocación es igual de sencilla que los mosaicos habituales. Tan solo basta con emplear un adhesivo para su fijación y una pasta especial para rellenar las juntas que se crean entre los distintos paneles.

Vinilos: aunque pudiera parecer lo contrario, las láminas vinílicas pueden colocarse perfectamente en espacios húmedos como baños o cocinas. Además, tienen la ventaja de contar con un mantenimiento muy sencillo, pues se pueden limpiar con un simple paño humedecido. Son muy decorativas, pues se pueden imprimir cualquier tipo de motivo sobre ellas. Es importante que la base, bien se trate de perlita o cualquier otro derivado de la piedra de yeso, esté bien uniforme y lisa para que agarre bien el adhesivo del vinilo.

Madera de okume: la madera de este árbol tropical se viene utilizando en los últimos años para decorar paredes, sobre todo, en habitaciones. Aunque comenzaron a ser muy frecuentes en cabeceros de camas, poco a poco dieron el salto a las paredes. Se pueden adquirir en diversos tonos y su precio no es demasiado elevado.

Otras opciones: también se puede apostar para modificar la decoración con otras opciones como la colocación de un tríptico (tres cuadros que forman uno); accesorios en 3D como espejos con marcos muy pronunciados o apliques para lámparas; telas o calcomanías para azulejos, un recurso este último muy económico para renovar la apariencia de los azulejos sin necesidad de obra. También hay que indicar que existen pinturas especiales para azulejos.

Hasta aquí unas opciones “fáciles” para dar un nuevo carácter a nuestra vivienda. Si necesitas asesoramiento para renovar más en profundidad tu inmueble, no dudes en contactar con nuestra firma para que podamos ofrecerte un proyecto personalizado de reforma integral. ¿Hablamos?