Hoy tenemos en el mercado una gran cantidad de marcas especializadas en muebles de baño, como baños Altamarea que ofrece muebles de diseño de gran calidad adaptados a todas las tendencias actuales. Pero, ¿el cuarto de baño ha existido siempre? ¿Hemos tenido esta preocupación por los muebles de baño desde el primer momento? Repasemos la curiosa historia del cuarto de baño de una forma breve y amena.

Retretes colectivos vs muebles de baño en la actualidad

Hasta la Edad Media era muy común que en palacios, castillos e incluso en áreas de la ciudad hubiera salas dedicadas a retretes colectivos. Pero si te parece que las divisiones actuales en algunos baños públicos no dan lugar a demasiada intimidad, te sorprenderá saber que el mobiliario de estas habitaciones era todavía más minimalista. Se trataba de un banco corrido con agujeros sobre los que sentarse para realizar las necesidades básicas. En el medio de la estancia, grandes tinas de piedra con agua estaban disponibles para aquellos que querían asearse.

Los criados tenían que ir con cubos, levantar las tapas de los bancos y recoger los deshechos que allí se encontraban para tirarlos fuera del edificio ya que en la mayoría de los edificios no había ningún sistema automatizado e incluso se carecía de alcantarillado, algo ya inventado en la época del Imperio Romano.

Dado que no había baños en la casa, la gente acudía a los baños públicos. Dependiendo de la condición social y también de la época, esto se hizo con mayor o con menor frecuencia. Por supuesto, había quién se aseaba en su casa utilizando barreños.

Baños en las viviendas ¿Un lujo?

La costumbre de tener un cuarto de baño en el interior de la vivienda no fue algo común hasta el siglo XIX. Hasta entonces, en cada habitación había orinales para realizar las necesidades que se vaciaban, en muchas ocasiones, directamente en la calle. Con la llegada de los WC automatizados se popularizó el que hubiera un cuarto dedicado a las necesidades y al aseo en los hogares. Evidentemente, sólo en aquellos muy pudientes mientras que en las casas más pobres tardaron mucho más en llegar.

Aquí comenzaron las modas de mobiliario para baño, ya que esta habitación se empezó a decorar al igual que el resto de la casa. Como además era frecuentada por las visitas, tenía que estar a la altura del resto del hogar y un cuarto de baño con muebles de calidad y piezas con un buen funcionamiento eran un símbolo de estatus social.