1. Amueblada se percibe mejor el espacio

Una habitación vacía puede parecer demasiado pequeña o puede ser difícil imaginarse como quedarían los muebles en ella. Por eso, los expertos recomiendan que la casa se muestre amueblada al menos con los básico para que el comprador pueda visualizar cómo quedará una sala de estar, un dormitorio o un comedor ,de una manera mucho más sencilla.

Además, la casa parecerá un hogar que es justo lo que estarán buscando los compradores.

2. Los textiles de hogar marcan la diferencia

Y pocas cosas hacen que una casa parezca tanto un hogar como los textiles. La ropa de cama, por ejemplo, puede ser uno de los detalles que faciliten que el comprador se imagine viviendo en la casa, primer paso imprescindible para facilitar la compra de cualquier vivienda familiar.

Las cortinas harán que la casa se vea cálida y acogedora, y los cojines son pequeños detalles que ayudan a que el comprador perciba todo mucho más positivamente.

3. La luz es importante

Todo el mundo quiere una casa luminosa, por eso hay que intentar enseñar el piso, que se pretende vender, en el momento de máxima luz.

Si la casa es muy luminosa los expertos aconsejan abrir de par en par las cortinas para que se note.

Si por el contrario puede ser un poco oscura, se puede elegir otra hora para enseñarla de manera que no se haga tan evidente que la falta de luz es por la situación de la casa.

4. Y el olor también

Puede parecer un detalle superfluo pero uno de los puntos débiles al vender una casa es su olor, sobre todo si lleva mucho tiempo vacía.

Ese olor a vacío, o lo que es peor, a humedad, echará atrás a cualquier comprador. Usa algunos ambientadores muy suaves, con un aroma agradable pero que no sea evidente.

El comprador no debe de abrir la puerta y sentir un olor artificial que le golpea, simplemente tiene que sentirse a gusto sin poder decir a ciencia cierta por qué tiene esa buena sensación.

5. Intimidad

Muchos vendedores son tan insistentes que consiguen el efecto contrario al que quieren dar. Es buena idea dejar que las personas que quieren ver el piso tengan su espacio.

Se les puede dejar que lo vean por su cuenta o bien darles un tiempo para repasar todo lo que quieran a solas, mientras el vendedor o el propietario esperan en otra habitación.

Esto no solo ayuda a que los posibles compradores sientan que no hay nada que ocultar, también hace que se imaginen viviendo en esa casa y comenten entre ellos situaciones cotidianas que favorecerá la buena sensación de toda la familia.