Durante muchas décadas fueron elementos imprescindibles en la decoración de muchas viviendas, pues eran parte indispensables de techos, paredes, filos de ventanas, puertas, ventanas… Pero tras unos años en desuso, parece que las molduras y prefabricados de escayola vuelven a imponerse con fuerza. No en vano, muchos modelos se han modernizado y hoy en día en cualquier almacén especializado podemos encontrar piezas de todos los estilos y materiales, pues no solo están fabricadas en escayola, sino que también existen piezas más resistentes (ideales para el exterior) y otras más ligeros. Sea cual sea su composición, lo cierto es que los diseños abigarrados de filigranas barrocas han dado paso a piezas más sencillas y limpias de aire más vanguardista.

A continuación, desde nuestra experiencia como estudio de arquitectura en Sevilla, ofrecemos cinco motivos para volver a apostar por las molduras en tu próxima reforma.

Separan ambientes: uno de los grandes retos para cualquier decorador es separar distintos espacios dentro de una misma habitación diáfana, es decir, sin recurrir al empleo de paredes. Esta técnica es muy habitual en pequeñas viviendas o en lugares donde no abundan los puntos de luz. Además, en los últimos años se están imponiendo con fuerza las cocinas integradas en salones o la división de distintos lugares dentro de la sala de estar (comedor, zona de televisión, etc). Pues bien, las molduras pueden ayudar a crear esa división sutil desde el techo. Incluso, este efecto puede potenciarse con el empleo de una iluminación adecuada y el uso de distintos tonos de color en la pintura.

motivos molduras decoracion

Decoran pequeños espacios: aunque pudiera pensarse que en pequeños espacios el empleo de estos prefabricados de escayola es algo contraproducente, no dejan de ser un buen recurso para separar distintos lugares cuando más difícil es levantar un tabique por la falta de metros. Eso sí, hay que utilizarlas de manera responsable y calculando muy bien los tamaños y modelos escogidos (mejor las líneas rectas que las piezas de estilo pomposas).

Complementan la iluminación: seguro que has visto en alguna vivienda antigua esos rosetones de escayola en el centro del techo y pendiendo de él una lámpara de cristal. Pues bien, desde siempre se han utilizado las molduras y prefabricados como elementos para integrar la iluminación dentro de la decoración de un espacio. Actualmente, los recursos son distintos, pues se utilizan para ocultar puntos de luz o fabricar luminarias de diseño gracias a la tecnología de iluminación LED.

Crean espacios personales: fue durante la época del barroco donde la decoración con escayola adquirió una notable importancia para crear juegos entre luces y sombras, sobre todo en palacios e iglesias. Aquí en Sevilla tenemos una buena muestra de ello en las yeserías de muchos edificios como la Iglesia de Santa María la Blanca, uno de sus mayores exponentes. Aunque hoy en día este tipo de decoración ha quedado relegada a un segundísimo plano, los modelos actuales de carácter moderno en paredes o techos contribuyen a crear espacios muy personales.

Se adaptan a cualquier estilo: en el mercado se pueden encontrar fácilmente multitud de modelos de los estilos más variados, como ya hemos apuntados. Hay que desterrar esa idea de que las molduras son cosas de diseños rancios y decoración pasada de moda. Nada más lejos de la realidad. Las hay para todos los estilos y colores. De hecho, muchos interioristas apuestan por combinar prefabricados de corte clásico con una decoración minimalista, lo que dota de muchísima personalidad a cualquier espacio. ¡Atrévete!