A la hora de planificar una reforma en el hogar hay que tener en cuenta que una de las partidas que más incrementan los presupuestos, junto a la destinada a la mano de obra, es la de los materiales de construcción. Así, el precio de una obra variará ostensiblemente según si se eligen unas calidades y otras. Por eso, si tu presupuesto es ajustado, queremos ofrecerte desde Grupo Addu una relación de los materiales más económicos.
A continuación vamos a enumerar los más utilizados y que podrás encontrar en cualquier almacén o polvero.
Hormigón. Es el material rey por excelencia, pues son muy pocas las construcciones que no cuentan con él, bien en para formar parte de su estructura, o bien para construir algún elemento decorativo. Aparte de ser muy económico, tiene unas excelentes propiedades, pues incluso llega a ser más resistente que otros materiales pétreos, aunque también permite cierta manipulación hasta adoptar formas y volúmenes que serían imposibles de conseguir de otro modo. Además, es compatible con otros tantos materiales como los ladrillos, bloques de cerámica, gavillas de hierro, etc. Actualmente, hay tres tipos de fabricar hormigón: hormigón armado (reforzado en su interior con barras de hiero o acero), hormigón hidrófugo (especialmente tratado para impedir la filtración de agua) y el hormigón cilópeo (que empleaba piedras de gran tamaño, aunque hoy en día está en desuso).
Ladrillo. Es uno de los elementos más constructivos, pues ya desde la antigüedad se viene utilizando en la construcción de viviendas y edificios de toda clase. Está situado por detrás del hormigón como los materiales más empleados. A lo largo de todo este tiempo, se han ido modificando los distintos tipos para adaptarse a las diferentes necesidades. Hoy en día podemos encontrar tres modelos principales: caravista (diseñado para no ser enlucido), machetón (ideal para tabicar) y refractario (sin orificios). Por su parte, las variedades de colores y de composición que podemos encontrar son amplísimas.
Hay otros materiales para tabicar y separar espacios que están de moda en los últimos años como el pladur, que se ha hecho muy popular debido a sus ventajas para una colocación rápida y limpia. Además, dado que los paneles de cartón revestido de yeso (su nombre real) se encuentran ya tratados –casi listos para pintar– permite ahorrar en mano de obra y, por tanto, en el importe final de la obra. Se estima que hoy casi el 70% de los edificios cuentan con tabiques de pladur. Aunque en su origen estas placas no estaban preparadas para soportar peso, los últimos avances ya permiten incluso colgar en ellas estanterías, muebles y ser alicatadas.
Vidrio. Hace siglos, debido al desconocimiento del dintel como recurso arquitectónico, los huecos de los muros de los inmuebles eran pequeños dado que no podían soportar la carga. Tras dicho descubrimiento, los huecos se hicieron cada vez más grandes y entró el uso del vidrio en escena, llegando a ser una verdadera revolución en el mundo de los materiales de construcción para llevar la luz natural a cualquier punto de un edificio. Tres son también los tipos de cristales más empleados: el vidrio templado, el vidrio laminado y el ladrillo de vidrio (también conocido como pavés). Lógicamente, los avances han salvado principales dificultades como su fragilidad y manipulación.
Madera. Aunque fue el primer material que se utilizó en la construcción (por delante de la arcilla o la piedra), actualmente su papel ha quedado relegado prácticamente a servir para decorar espacios rústicos. Al ser un material vivo, no todas las maderas son iguales ni cumplen con la misma función. De hecho, existen algunas variantes que han sido manipuladas para obtener mejores propiedades. Actualmente, en el mercado se pueden encontrar varios modelos: maderas encoladas, maderas laminadas y maderas aglomeradas.