El agua es vida. Sin duda, se trata de un elemento realmente imprescindible en toda vivienda que quiera ser un lugar habitable, por ello, junto a la electricidad estas tuberías forman la instalación más importantes. Gracias a ella el agua, recogida en embalses y distribuidas a través de la red pública de saneamiento llega al interior de nuestro hogar. Gracias a la experiencia de Fontaneros Huelva vamos a repasar en este artículo todas las claves sobre la distribución de tuberías dentro de una vivienda.

Tres instalaciones diferentes

Lo primero que hay que tener conocer es que hay tres tipos diferentes de instalaciones, según la finalidad del agua que transportan en su interior, lo que también influirá en el material en la que están fabricadas.

Agua caliente: esta instalación es la encarga de repartir del agua caliente desde el lugar donde alcanza la temperatura precisa hasta el punto de salida como el baño o la cocina. Por lo general estas tuberías están fabricadas en cobre, un material muy resistente a la corrosión y al paso del tiempo, por eso sigue siendo uno de los más empleados en fontanería actualmente, o por polipropileno, un material más flexible que en las últimas décadas también se está empleando para la distribución de agua caliente ya que soporta temperaturas superiores a los 90 grados.

Agua fría: se trata, por lo general, de la instalación de tuberías más extensa de la vivienda, ya que los puntos que requieren de esta agua son más numerosos. Por ejemplo, en ellos se incluye el recorrido que va desde el punto de entrada desde la red pública hasta el termo o tanque de almacenamiento. En este caso, los fontaneros suelen emplear los dos tipos de tuberías anteriormente descritos. A ellas puede sumarse el polietileno, un material que ofrece más flexibilidad, pero que no soporta ni las altas temperaturas ni la luz solar, por lo que tan solo se emplea en instalaciones bajo tierra.

Saneamiento: es la instalación que se encarga de evacuar el agua residual o no potable al exterior de la vivienda. Dentro de esta instalación estarían incluidos el desagüe de la ducha, fregadero, lavabos, sanitarios, etc. Estos conductos también se encargan de transportar el agua de lluvia desde los tejados o patios hasta el exterior. En este sentido, hay que tener un especial cuidado de ellas para evitar atascos a causa de la acumulación de suciedad en su interior. Por regla general, en esta instalación se emplean tuberías de PVC, no recomendadas para la conducción de agua destinada al consumo humano.

Otros componentes

La instalación de tuberías se completa con otros elementos localizados en el interior del inmueble y que se emplean para controlar y regular el correcto discurrir del agua. Los más importantes son:

Llave de paso: es un mecanismo que se encarga de permitir o cortar el acceso del agua potable del exterior al interior de la vivienda. Es muy útil para impedir la entrada de agua a la hora de llevar a cabo una reparación o si se va a estar ausente de la casa durante algún tiempo. Aparte, generalmente la cocina y el baño tienen sus propias llaves de paso, pues son zonas “sensibles” donde el consumo abundante de agua conlleva la acumulación de averías.

Sifones: son pequeñas tuberías en forma de curva que se colocan cerca de los desagües para impedir que el mal olor de la red pública de saneamiento penetre al interior de la vivienda. También son muy útiles a la hora de eliminar atascos.

Contador: este artilugio controla el consumo de agua. Generalmente es instalado por las compañías suministradoras de agua para llevar un registro a partir del cual elaborar las diferentes facturas.