Vender una vivienda en el mercado actual puede ser una tarea complicada. Son muchos los pisos que están a la venta y muchas las ofertas que tienen los posibles compradores. Por eso, conseguir que se lleven la mejor impresión al ver tu casa es fundamental para que la tengan en cuenta.
La limpieza y el buen olor son claves en la venta y es algo que todo el mundo saber. Entrar en una casa que huele a cerrado o tiene polvo no invita a mudarse, pero una casa limpia y que huele agradablemente ya apetece entrar a verla.
Una casa amueblada se vende con mayor facilidad
Los expertos no tienen dudas, una casa amueblada se vende con mayor facilidad porque es más fácil imaginar cómo se va a amueblar el salón o comprobar que todo cabe en un dormitorio. Si tu casa está vacía merece la pena invertir en algunos muebles para dar una mejor sensación cuando los posibles compradores acudan.
Un sofá de segunda mano con una funda para chaise longue puede quedar fantástico y dar una buena referencia de las dimensiones de la sala de estar. La cama, con una bonita colcha, también hará que la habitación se vea mucho más atractiva.
Si tienes problemas para vender tu casa tal vez debas de invertir en un buen decorador que te ayude a darle la mejor imagen. Los muebles que compres para la ocasión puedes revenderlos más tarde o incluso pueden interesarle al comprador una vez que los ven en la vivienda, pudiendo fijarse un precio por ellos a parte del valor del piso o usarlos para jugar con las posibles rebajas.
Aprovecha las horas de más sol
Si puedes elegir las horas a las que vas a enseñar tu vivienda, escoge aquellas en las que de más sol porque así se verá más luminosa y bonita. Enseñar una casa de noche o a horas e las que casi no hay luz natural hace que se pierda la oportunidad de que la vean en su momento más favorecido.
Si tu casa está en una calle muy transitada y ruidosa es buena idea enseñarla un domingo, siempre que sea posible, o a horas del medio día más tranquilas, ya que si se abren las ventanas no es beneficioso que se escuche todo el ruido o que al llegar, los compradores no puedan aparcar el coche para ver la vivienda.